Barbara Ferrer, directora del departamento de Salud Pública, hizo la proyección durante una reunión con la Junta de Supervisores, máxima autoridad del condado. Foto: Archivo-DEM


El confinamiento en Los Ángeles por el coronavirus puede extenderse hasta finales de julio, salvo que el número de casos disminuya drásticamente o se encuentre una vacuna o tratamiento, dijeron las autoridades del condado este martes.

Barbara Ferrer, directora del departamento de Salud Pública, hizo la proyección durante una reunión con la Junta de Supervisores, máxima autoridad del condado, sobre la duración de la moratoria de desalojos.

Ferrer dijo que el cierre del condado se mantendrá de alguna forma "durante los próximos tres meses", a menos que se produzca un "cambio drástico" en la batalla contra el virus, como el descubrimiento de una vacuna, de un tratamiento efectivo o la posibilidad de hacer pruebas de detección en casa.

Advirtió además que si se levantan las restricciones demasiado rápido podría aumentar el número de muertes y obligar a endurecerlas de vuelta.

"Literalmente la mitad de los casos y la mitad de las muertes (en el estado) están ocurriendo en el condado de Los Ángeles ahora mismo" con 32.258 casos positivos, incluidos 1.569 muertos, de los 68.000 infectados y casi 2.800 fallecimientos en California.

Ferrer no precisó detalles sobre qué tipo de restricciones podría permanecer hasta julio, aunque ya fueron levantadas algunas sobre senderos, parques y campos de golf, y algunos comercios no esenciales comenzaron a operar parcialmente.

El miércoles abren las playas del condado.

California comenzó a relajar, la semana pasada, las restricciones impuestas en marzo para detener la pandemia. Su gobernador Gavin Newsom indicó no obstante que los condados tendrán la última palabra sobre las medidas para mitigar el virus.

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, aclaró que este testimonio no debe ser visto como un augurio de que todos los residentes tendrán que permanecer encerrados en sus casas durante el verano.

"Creo que simplemente está diciendo que no vamos a reabrir completamente Los Ángeles -como probablemente en el resto de Estados Unidos- sin ninguna protección o alguna orden de salud en los próximos tres meses", dijo a CNN.